Richard Ramírez, el ‘Acosador Nocturno’

A sangre fría y a bocajarro. Así disparó Mike Ramírez a la cara de su esposa en presencia del pequeño Richard. Tras el estruendo de aquella detonación, el rostro del niño de apenas diez años se impregnó de sangre. Su primo acababa de cometer un crimen. El ‘pecado’ de la víctima: pedirle al ex Boina Verde que no alardease de las violaciones, mutilaciones, orgías y asesinatos perpetradas como el ex combatiente en la guerra de Vietnam. Aquel asesinato fue un antes y un después en la vida de Ricardo Leyva Ramírez. La mala influencia que ejercía su primo generó en él interés por la sangre, la delincuencia, las drogas… Y con los años terminó convirtiéndose en el bautizado como ‘The Night Stalker’ (‘Acosador Nocturno’), un asesino en serie que aterrorizó a la ciudad de Los Ángeles con más de treinta homicidios a sus espaldas. Miedo a la muerte nacido en una familia muy estricta donde su padre, inmigrante mexicano, propinaba continuas palizas tanto a él como a su madre y hermanos. Pero fue la

Fritz Haarmann El Vampiro de Hannover


A principios del siglo XX, la juventud alemana se vio aterrorizada por Fritz Haarmann, un sanguinario asesino que mataba a sus víctimas desgarrando su cuello a mordiscos, De su brutal forma de asesinar le vinieron los apodos de El Vampiro de Hannover y el carnicero de Hannover. 

Se le cree responsable del asesinato de 27 chicos entre 1928 y 1924, aunque solo pudo ser juzgado por 24 de los asesinatos. Fue sentenciado a muerte. 

Juventud y niñez 

Riedrich Heinrich Karl “Fritz” Haarmann nació en Hannover, Alemania, en 1879. Era el sexto hijo de una familia pobre, desde pequeño Fritz era un niño tímido y callado que rechazaba los deportes de hombres y prefería jugar con los juguetes de su hermana, también era un mal estudiante, por lo que a los 16 años ingreso a la academia militar de Nebú Breisach tras la inasistencia de sus padres.

 Fritz se adaptó bien a la rutina de soldado pero al año de ingresar en la academia comenzó a sufrir ataques, por lo que fue dado de baja por razones médicas.

Haarmann regresó a Hannover y consiguió un empleo en una fábrica de cigarros. En 1898, fue arrestado por abusar de niños; un psicólogo declaro a Fritz no apto mentalmente para ser enjuiciado y posteriormente fue enviado a una institución mental de forma indefinida, seis meses después, Haarmann escapó y huyó a Suiza. Donde trabajó durante dos años antes de regresar a Alemania. 

Nuevamente Fritz se alistó en el ejército bajo alias, pero tuvo que ser dado de baja por razones médicas en 1902. En esta ocasión Fritz recibió una pensión militar y regresó a vivir con sus padres, pronto comenzó a trabajar en el negocio de su padre Ollie, pero tras una pelea fue acusado con cargos de asalto. El jurado dejó a Haarmann ir y éste regresó a casa de sus padres.

Despierta el monstruo 

Durante la próxima década Haarmann  vivió como un ladrón y estafador que frecuentemente era arrestado y tenía que cumplir cortas condenas. No obstante, Fritz intentó darle un vuelco a la situación y en poco tiempo estableció una relación como informante de la Policía, de esta forma desviaría la atención policiaca que solía recibir. 

En 1914, Haarmann fue condenado por una serie de cargos de robos y fraudes, fue encarcelado cuando comenzaba la Primera Guerra Mundial. Tras ser liberado en 1918, Alemania estaba empobrecida por la guerra. Para sobrevivir Fritz retomó sus actividades criminales; mas debido a la pobreza en Alemania, la vida criminal ofrecía más oportunidades, por esa razón la policía decidió confiar en Fritz como informante.  

Carnicero o vampiro

Entre 1918 y 1924, Fritz Haarmann cometió 24 homicidios, aunque se sospecha que asesinó a 27. La primera víctima de Haarmann fue un joven de 17 años llamado Friedel Roth, quien desapareció el 25 de septiembre de 1918, los amigos de Rothe dijeron que lo vieron por última vez en compañía de Fritz. La insistencia de la familia del joven condujo a los oficiales hacia la casa del asesino. La policía encontró a su informante en su habitación junto con un adolecente semidesnudo. Los oficiales acusaron a Haarman con cargos de abuso sexual y fue sentenciado a nueve meses de encarcelamiento.

En 1919, Fritz conoció a un joven fugitivo llamado Hans Grans, quien posteriormente se convirtió en su amante, Haarmann cumplió su sentencia desde marzo a diciembre de 1920. Cuando salió de prisión se ganó la confianza de la Policía y retomo su labor como informante. Poco después de ser liberado Haarmann se mudó a un departamento junto a Hans Grans. 

La mayoría de víctimas de Haarmann eran jóvenes fugitivos, hombres que se prostituían o que merodeaban cerca de la estación central de Hannover. Fritz los engañaba para ir a su apartamento, a veces haciéndose pasar por policía, gracias a la identificación de informante que poseía. Posteriormente los mataba, seccionándoles la carótida y la tráquea de un mordisco en la garganta, algunas veces mientras los sodomizaba, otras luego de violarlos. Todas las víctimas de Haarmann eran desmembradas antes de que el carnicero de Hannover se deshiciera de los huesos. Normalmente arrojándolos en el río Leine. 

Los objetos de valor de las víctimas eran vendidos en el mercado negro o permanecían con Friz o Hans. También había rumores que decían que Haarmann cortaba la carne de sus víctimas y la vendía en el mercado negro como carne enlatada para cerdos o como carne de cerdo o caballo. Nunca se pudo probar esto, pero Fritz era un conocido contrabandista de carne.

Grans sabía de los asesinatos de Fritz y él personalmente lo incitó a matar a dos víctimas para conseguir su ropa y posesiones, pero no participaba en los homicidios. 

Fritz fue capturado casualmente cuando la Policía descubrió más de 500 huesos humanos en el río Leine. Los huesos pertenecían a 22 personas, las sospechas cayeron sobre Haarmann, quien tenía antecedentes de molestar jóvenes y había sido vinculado con la desaparición de Friedel Rothe en 1918.

La noche del 22 de junio Fritz, que era vigilado por la policía, fue arrestado por tratar de engañar a un joven para que lo acompañe a su apartamento. La vivienda de Haarmann estaba completamente ensangrentada, de inmediato el informante intentó justificarse diciendo que la sangre pertenecía a su negocio ilegal como carnicero, sin embargo, las pertenencias y ropas de varias personas desaparecidas en los últimos años fueron evidencia suficiente para ser puesto bajo custodia.

Cuando fue interrogado, Fritz confesó que había matado entre 50 y 70 jóvenes desde 1918, pero la Policía solo pudo atribuirle 27 desaparecidos aunque eso bastó para enjuiciarlo. 

Algunas víctimas

Empezando por Fritz Franke, de 17 años, a quien Haarmann asesinó el 12 de febrero de 1923. Posteriormente lo siguió el joven Wilhelm Schulze, también de 17 años, a quien el carnicero descuartizó el 20 de marzo de 1923.

Cuando Roland  Huch de 16 años llegó a la estación el 23 de mayo de 1923, Fritz lo engaño para que le acompañara y posteriormente lo asesinó.

Hans Sonnenfeld de 19 años. Fue otra de sus víctimas tras huir de su pueblo natal en Limmer. Desapareció en mayo de 1923 tras los engaños de Fritz.

Ernst Ehrenberg de 13 años desapareció cuando sus padres lo enviaron a hacer un recado el 25 de junio de 1923.

Heinrich Stru 18 años desapareció el 24 de agosto de 1923, su violín fue encontrado en la casa de Fritz. 

Juicio y final del Vampiro de Hannover 

El juicio contra Friedrich Heinrich Karl “Frtiz” Haarmann, comenzó el 4 de diciembre de 1924. Fritz era acusado por la desaparición de 27 jóvenes en un periodo de seis años. Durante el juicio, Haarmann fue llamado “vampiro” y “hombre lobo” debido a que el término  “asesino en serie” no se había acuñado aún. 

En el juicio Haarmann confesó las atrocidades que cometió y narró los casos de sus víctimas. Debido a la ayuda que Fritz daba a la Policía, los oficiales jamás sospecharon que el asesino en serie que buscaban estaba frente a sus narices aun cuando ciertos testigos dijeron haber visto a las víctimas con él.

El juicio duró dos semanas y, el 19 de diciembre de 1924, Haarmann fue encontrado culpable y fue sentenciado a morir. Tras escuchar su sentencia, Fritz no apeló en contra de esta. Su amante, Hans Grans, inicialmente fue también sentenciado a muerte; pero, tras enviar Fritz una carta asegurando que él nunca participó en las muertes, su condena fue revocada y se lo sentenció a 12 años de cárcel. 

El 15 de abril de 1925, Fritz Haarmann fue ejecutado en la guillotina. Sus últimas palabras fueron: “Me arrepiento pero no le temo a la muerte”.

Después de su decapitación su cabeza fue preservada y usada por científicos de la época para examinar la estructura de su cerebro. Sus víctimas fueron enterradas en una tumba comunal.



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